La leyenda de Ochi (The Legend of Ochi) es una película de fantasía y aventuras que algunos han descrito como "la primera película familiar del estudio A24", y si bien sólo funge como distribuidora esta vez, es una descripción apta. La trama se sitúa en una isla remota del Mar Negro, donde los humanos coexisten con temor de una raza de criaturas simiescas conocidas como Ochi. Aunque su padre (Willem Dafoe) instruye a otros niños para odiarlos y cazarlos, Yuri (Helena Zengel) rescata a un bebé Ochi, y descubre que no son malos. Cuando se embarca en una aventura para devolverlo con su especie, su familia sale a perseguirla por toda la isla. Es una película tierna y sencilla, que brilla por su trabajo artesanal de pinturas mates, animatrónicos y demás efectos prácticos que se mezclan con digitales para crear un mundo vivo, que recuerda a clásicos de fantasía como La historia sin fin (1984). No hay mucha sustancia detrás, a decir verdad, pero si buscas una alternativa para niños con mayor riqueza visual que las películas familiares de hoy en día, la disfrutarás mucho.
Durante la Segunda Guerra Mundial, un pastor ayuda a niños judíos a escapar de los nazis. Noah Schnapp, conocido como Will en Stranger Things, interpreta a Jo, un valiente niño que ayuda a contrabandear a los niños a la seguridad.
La ballena, historia de un profesor lidiando con su obesidad y depresión (Brendan Fraser) también presenta a Sadie Sink, Max en Stranger Things, como la hija de temperamento complicado que se convierte en la tabla de salvación del protagonista.
Una adolescente enfrenta su sexualidad en un campamento religioso. Natalia Dyer, quien interpreta a Nancy en Stranger Things, protagoniza como Alice, cuestionando sus creencias y deseos.
Monstruos gigantes chocan en épicas batallas. Millie Bobby Brown, Eleven en Stranger Things, interpreta a Madison Russell, una adolescente envuelta en eventos relacionados con los titanes y la organización que los estudia, Monarch.