En esta fantasía de A24, Willem Dafoe interpreta a Maxim, el padre del protagonista. Es un hombre curtido que lidera un grupo de jóvenes entrenados para cazar a las criaturas conocidas como Ochi. La actuación de Dafoe ancla la tensión dramática de la película, especialmente en las secuencias de caza nocturna, a la vez que conserva un encanto retro.
En uno de los papeles que consolidaron su carrera, Dafoe interpreta al sargento Elias con dignidad y vulnerabilidad, enfrentando la brutalidad de la guerra de Vietnam. Su mirada transmite la tristeza de un hombre ético atrapado en el horror. La tensión entre Elias y el personaje de Tom Berenger genera algunos de los momentos más memorables de la película.
Como Norman Osborn/Duende Verde, Dafoe construye un villano inolvidable, lleno de matices entre el científico atormentado y el psicópata descontrolado. Su expresión facial intensa y su voz inconfundible amplifican el impacto de cada escena. Incluso en un universo de superhéroes, crea un personaje tridimensional, aterrador y creíble.
Interpretando a Jesús desde la perspectiva humana y atormentada de Scorsese, Dafoe crea un Cristo vulnerable, lleno de dudas y miedos, alejado del héroe divino habitual. Su actuación es valiente y profundamente humana, cargando con el peso existencial de elecciones dolorosas. Uno de los papeles más atrevidos de su carrera.
Dafoe ofrece una actuación explosiva como el farero Thomas Wake, en una película que se siente como una obra teatral sobre la locura y el aislamiento. Con su acento marcado y gestos excéntricos, domina la pantalla, haciendo que el personaje sea cómico, amenazante y profundamente humano. Su química con Robert Pattinson es magnética, en un juego de poder sofocante y surrealista.